jueves, 17 de abril de 2014

Columna Casa Veracruz

Un sepulcro para ellos de honor

Por Karime Macías Tubilla.
Esto fue lo que sucedió aquel 21 de abril de 1914 en este Puerto de Veracruz:
Mexicanos al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón;
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
*
Ciña ¡oh Patria! Tus sienes de oliva
columna_KMde la paz del arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con sus plantas tu suelo,
piensa ¡oh Patria querida! Que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
*
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la Patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión, Libertad!
*
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la Patria aquí fue.
*
¡Patria! ¡Patria! Tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!
Los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar y el pueblo de Veracruz, aquel 21 de abril, hace cien años, le dieron sentido a cada estrofa de nuestro Himno Nacional.
Es por ello que en letras de oro en la Sala de Cabildo del Ayuntamiento se lee:
Veracruz, Centinela sin relevo de la Patria.

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