jueves, 5 de mayo de 2011

Javier Duarte dará Fuerte Batalla a la Pobreza

Comunicación Social
Xalapa Ver.- El mandatario estatal recibió un estado con fuertes debilidades económicas y severas carencias de miles de veracruzanos, según revela un reciente estudio del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana
(uv).
Veracruz es la sexta potencia económica del país, pero sus habitantes registran uno de los más bajos ingresos anuales, incluso por debajo de la media nacional; hay una alta concentración de la riqueza en unos cuantos y miles viven con lo básico para ser considerados como pobres.
Las remesas que envían los migrantes a sus familiares, recursos considerados como el segundo programa de asistencia social, cayeron drásticamente; y casi la mitad de la Población Económicamente Activa gana menos de dos salarios mínimos.
«Frente a la inocultable presencia de la pobreza y su crecimiento, la primera acción obligada debería ser, la de efectuar una amplia y rigurosa evaluación de daños y perdidas, de identificación de fortalezas y debilidades, de localización de ventajas y desventajas», establece el análisis «Pobreza y desigualdad en Veracruz» de la uv.
En este sentido, uno de los principales retos –establece la investigación- es acelerar el ritmo de creación de empleos y, al mismo tiempo, elevar la calidad de los mismos con ingresos dignos; así como efectivas y buenas prestaciones; principalmente, a través de un mayor acceso a servicios de salud y educación de calidad.
El mandatario veracruzano lo sabe y por eso en su Plan Veracruzano de Desarrollo, aseguró que los indicadores de pobreza señalan la prioridad de plantear nuevos esquemas que atiendan a la población en pobreza extrema y así generar las oportunidades de desarrollo que requiere.
Adelantó que su administración enfocará sus esfuerzos a crear una estrategia que detone el desarrollo social y humano, que construya un mejor presente que permita contar con una sociedad que viva el progreso y lograr así los objetivos de desarrollo social.

Será una lucha férrea

La meta de bajar en un 50 por ciento los índices de pobreza que se autoimpuso el mandatario estatal será una lucha férrea y difícil por las condiciones en que le dejaron la entidad.
El estudio universitario, realizado por el investigador Rafael Arias Hernández, revela que el 50.7 por ciento de la población veracruzana vive en condiciones de pobreza multidimensional,
es decir aproximadamente 3.7 millones de personas.
La cifras son devastadoras: el 28.2 por ciento de los veracruzanos presentaba carencia por rezago educativo, 44.2 por acceso a los servicios de salud; 71.5 por acceso a la seguridad social, 30.1 por calidad y espacios de la vivienda, 35.3 por servicios básicos en la vivienda, y 25.4 por acceso a la alimentación.
En pobreza multidimensional extrema, Chiapas ocupó el primer lugar con 35.4 por ciento, seguido por Guerrero 31.1, Oaxaca 27.6, Puebla 18.1 y Veracruz con 15.7, que lo ubica en la quinta posición.
Veracruz también ocupa el segundo lugar por el mayor número de personas en situación de pobreza multidimensional extrema y cuenta con un total de 1.1 millones de personas, superado por Chiapas 1.6.
En cuanto a la pobreza multidimensional moderada, Veracruz ocupa el tercer lugar con 2.5 millones, superado por el Estado de México con 5.4 millones de personas y por Puebla, con 2.6 millones. Respecto al número total de personas en situación de pobreza multidimensional, el Estado México se ubica en el primer lugar con un total de 6.4 millones de personas; seguido de Veracruz con un total de 3.7 y Puebla con 3.6.
Respecto al número de personas vulnerables por carencia social, el Estado de México registró el mayor número, con 5.3 millones, seguido del Distrito Federal (3.3 millones), Jalisco (2.6 millones) y Veracruz (2.4 millones). Los estados con menor población vulnerable por carencia social son Campeche, Colima y Baja California Sur.
En cuanto al mayor número de habitantes que carece de acceso a la seguridad social, el Estado ocupó el segundo lugar con 5.2 millones de personas, sólo fue superado por el Estado de México con cerca de 10 millones.
Respecto al indicador de calidad y espacios de la vivienda, la entidad ocupa el primer lugar con 2.2 millones de personas con esta carencia social. De igual manera, ocupa ese mismo lugar en el número de personas que no cuenta con los servicios básicos en la vivienda, con 2.6 millones de personas.
La desigualdad en Veracruz es evidente. Las ampliaciones de la encuesta Ingreso Gasto de inegi, financiadas por el gobierno del Estado, revelaron que la desigualdad en la distribución del ingreso pasó de 0.427 a 0.461.
Esto significa que en ese lapso la concentración del ingreso en unos cuantos en Veracruz aumentó.
Y si bien el Producto Interno Bruto de Veracruz fue de casi 542 mil millones de pesos, equivalente a 4.6 por ciento del nacional, lo que la ubica como la sexta economía del país; los ingresos por persona fue de poco más de 74 mil pesos, inferior al del país que fue de casi 110 mil pesos.
En comparación con las otras entidades, el Productor Interno Bruto por persona en Veracruz ocupa la posición 22.
La población económicamente activa que intenta emigrar se ha reducido de 2005 a 2010, lo cual se debe a disminución en crecimiento y a que el mercado laboral se ha contraído en el país vecino, ya que cada vez existen más barreras, para la movilidad demográfica, impuestas en la frontera con Estados Unidos.
Consecuentemente disminuyen las remesas recibidas, empobreciendo a miles de familias que dependen de ellos. La presión para generar crecimiento y empleo es mayor.
Y es que las remesas para Veracruz, en 2009, llegaron a casi 1,300 millones de dólares, casi 3.5 millones de dólares diarios en promedio.
La distribución de la población ocupada por nivel de ingreso, es uno de los aspectos que más claramente muestra los alcances de la pobreza en la entidad.
Al primer trimestre de 2010 la población ocupada en Veracruz fue de de casi dos millones 900 mil personas, de las cuales más de 263 mil (9.2% del total) no recibían ingresos, pues posiblemente trabajaban en negocios familiares sin recibir remuneración.
Y más de 452 mil (15.8%) recibían remuneraciones de hasta un salario mínimo; y casi 811 mil (28.3%) percibían entre uno y hasta dos salarios mínimos.
Es decir más de la mitad de la población ocupada (53.3%) percibe como máximo dos salarios mínimos, aunque en parte, algunos no recibían remuneraciones, a pesar de estar ocupada.
Ante esta nueva realidad, establece Arias Hernández, y sin los diagnósticos apropiados y actualizados, es muy difícil ó imposible tomar oportunamente las decisiones correctas con las políticas públicas pertinentes.
A menos que, afirma, económica o políticamente, así convenga, a quienes de todo sacan provecho y la crisis misma se convierta en fuente de beneficios, privilegios y ventajas.

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