jueves, 6 de noviembre de 2014

LLEGA EL “FUEGO” A JALAPA!

Un grupo de jóvenes que cubrían sus rostros con pañuelos y pasamontañas, se infiltraron en la marcha que realizaban estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) y Normalistas y provocaron desmanes en la capital del estado.
Los encapuchados colocaron antorchas encendidas en la Plaza Lerdo, posteriormente se dirigieron al Palacio de Gobierno donde  rociaron gasolina  sobre el piso, para después prender fuego, provocando pánico entre los presentes.
Los policías de Palacio sofocaron el fuego sin que hubiera lesionados mientras que los organizadores se deslindaron de estas acciones.
A las cinco de la tarde el contingente salió de la zona UV con dirección a Plaza Lerdo, donde se reunieron con docentes y padres de familia que se han sumado a las manifestaciones.
Al ver el fuego en el Palacio de Gobierno, los presentes se dispersaron pues se temía que los policías salieran a detener a los pirómanos.
Con extintores los uniformados  sofocaron las llamas y colocaron candados para que nadie ingresara al recinto.
Paola Ríos participante en el recorrido dijo que desde el inicio de la marcha, padres de familia y maestros revisaron que quienes participaban fueran estudiantes, pues en anteriores ocasiones  “nos han mandado gente” que se infiltra y hace desmanes.
Refirió que su movimiento es pacífico, pues lo único que busca es que la gente se solidarice con los familiares de los 43 desaparecidos en Atyonzinapa.
A nombre de sus compañeros, dijo que condenan estas agresiones pues desvirtúan el movimiento que han realizado en las últimas semanas el cual va desde paros escolares hasta marchas pacíficas y en ningún  momento se incita a la violencia.
Por su parte los estudiantes de la UV y Normal convocaron a una nueva a marcha el próximo martes 11 de noviembre a partir de las 7 de la mañana en Plaza Lerdo.
Cabe apuntar que recientemente la Rectora de la Máxima Casa de Estudios, Sara Ladrón de Guevara, pidió  a los estudiantes no afectar a terceros durante las manifestaciones pues la sociedad apoya el movimiento, siempre y cuando, sea de manera pacífica.


El fuego como símbolo de lucha y de luz en la oscuridad acompañó la marcha de estudiantes, docentes e investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) de la zona Xalapa, que reclaman la aparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero. El contingente pacíficamente llegó a la plaza Lerdo, pero un “infiltrado” arrebató la garrafa del diesel de las antorchas que portaban los estudiantes de humanidades y aunque el grito de la multitud era “no a la violencia”, la arrojó en la puerta principal de palacio de gobierno y prendió una llamarada, provocando la movilización de informadores políticos que marcaban por el celular a sus jefes de palacio de gobierno y de policías que se apresuraron a apagar el fuego con extinguidores.
Con infiltrados quieren acabar con la lucha estudiantil. Los cientos que marcharon habían llegado frente a palacio de gobierno, donde se runieron con los normalistas de la Escuela Enrique C. Rébsamen; los estudiantes y maestros se acomodaban en la plaza Lerdo para liberar la calle de Enríquez y no bloquear el tráfico vehicular, los anarcos, los vestidos de negro y encapuchados habían marchado con antorchas como símbolo de lucha, las depositaron en el piso. Las antorchas continuaban con el fuego, mientras que el estudiante que cargaba la garrafa de diesel la puso en el piso para descansar y fue el momento en el que el infiltrado la tomó, mientras que otro agarró una antorcha y prendieron fuego en la puerta principal de palacio de gobierno.
Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
En una manta se leía “Esto es el país de las fosas, señoras y señores, este es el país de aullidos, este es el país de niños en llamas, este es el país que ayer apenas existía y ahora no se sabe en dónde quedó”.
Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
“Con capucha y sin capucha, estudiantes a la lucha”, así consignaban y allí en la plaza Lerdo, los normalistas se deslindaron de un comunicado que circuló en algunos medios de comunicación que emitió el movimiento Movernos, que condenaba las acciones de los estudiantes de Humanidades.
Antonio Quintana, secretario del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, precisó que los estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen están unidos con los estudiantes de la UV y juntos de manera pacífica seguirán en la lucha por la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Los estudiantes de la UV y de la Normal Veracruzana lamentaron que sean las propias autoridades gubernamentales quienes infiltren gente para cometer desorden en las manifestaciones.
- See more at: http://www.jornadaveracruz.com.mx/Nota.aspx?ID=141106_061849_462#sthash.pL1EOV60.dpuf
El fuego como símbolo de lucha y de luz en la oscuridad acompañó la marcha de estudiantes, docentes e investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) de la zona Xalapa, que reclaman la aparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero. El contingente pacíficamente llegó a la plaza Lerdo, pero un “infiltrado” arrebató la garrafa del diesel de las antorchas que portaban los estudiantes de humanidades y aunque el grito de la multitud era “no a la violencia”, la arrojó en la puerta principal de palacio de gobierno y prendió una llamarada, provocando la movilización de informadores políticos que marcaban por el celular a sus jefes de palacio de gobierno y de policías que se apresuraron a apagar el fuego con extinguidores.
Con infiltrados quieren acabar con la lucha estudiantil. Los cientos que marcharon habían llegado frente a palacio de gobierno, donde se runieron con los normalistas de la Escuela Enrique C. Rébsamen; los estudiantes y maestros se acomodaban en la plaza Lerdo para liberar la calle de Enríquez y no bloquear el tráfico vehicular, los anarcos, los vestidos de negro y encapuchados habían marchado con antorchas como símbolo de lucha, las depositaron en el piso. Las antorchas continuaban con el fuego, mientras que el estudiante que cargaba la garrafa de diesel la puso en el piso para descansar y fue el momento en el que el infiltrado la tomó, mientras que otro agarró una antorcha y prendieron fuego en la puerta principal de palacio de gobierno.
Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
En una manta se leía “Esto es el país de las fosas, señoras y señores, este es el país de aullidos, este es el país de niños en llamas, este es el país que ayer apenas existía y ahora no se sabe en dónde quedó”.
Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
“Con capucha y sin capucha, estudiantes a la lucha”, así consignaban y allí en la plaza Lerdo, los normalistas se deslindaron de un comunicado que circuló en algunos medios de comunicación que emitió el movimiento Movernos, que condenaba las acciones de los estudiantes de Humanidades.
Antonio Quintana, secretario del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, precisó que los estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen están unidos con los estudiantes de la UV y juntos de manera pacífica seguirán en la lucha por la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Los estudiantes de la UV y de la Normal Veracruzana lamentaron que sean las propias autoridades gubernamentales quienes infiltren gente para cometer desorden en las manifestaciones.
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Con infiltrados quieren acabar con la lucha estudiantil. Los cientos que marcharon habían llegado frente a palacio de gobierno, donde se runieron con los normalistas de la Escuela Enrique C. Rébsamen; los estudiantes y maestros se acomodaban en la plaza Lerdo para liberar la calle de Enríquez y no bloquear el tráfico vehicular, los anarcos, los vestidos de negro y encapuchados habían marchado con antorchas como símbolo de lucha, las depositaron en el piso. Las antorchas continuaban con el fuego, mientras que el estudiante que cargaba la garrafa de diesel la puso en el piso para descansar y fue el momento en el que el infiltrado la tomó, mientras que otro agarró una antorcha y prendieron fuego en la puerta principal de palacio de gobierno.
Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
En una manta se leía “Esto es el país de las fosas, señoras y señores, este es el país de aullidos, este es el país de niños en llamas, este es el país que ayer apenas existía y ahora no se sabe en dónde quedó”.
Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
“Con capucha y sin capucha, estudiantes a la lucha”, así consignaban y allí en la plaza Lerdo, los normalistas se deslindaron de un comunicado que circuló en algunos medios de comunicación que emitió el movimiento Movernos, que condenaba las acciones de los estudiantes de Humanidades.
Antonio Quintana, secretario del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, precisó que los estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen están unidos con los estudiantes de la UV y juntos de manera pacífica seguirán en la lucha por la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
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Con infiltrados quieren acabar con la lucha estudiantil. Los cientos que marcharon habían llegado frente a palacio de gobierno, donde se runieron con los normalistas de la Escuela Enrique C. Rébsamen; los estudiantes y maestros se acomodaban en la plaza Lerdo para liberar la calle de Enríquez y no bloquear el tráfico vehicular, los anarcos, los vestidos de negro y encapuchados habían marchado con antorchas como símbolo de lucha, las depositaron en el piso. Las antorchas continuaban con el fuego, mientras que el estudiante que cargaba la garrafa de diesel la puso en el piso para descansar y fue el momento en el que el infiltrado la tomó, mientras que otro agarró una antorcha y prendieron fuego en la puerta principal de palacio de gobierno.
Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
En una manta se leía “Esto es el país de las fosas, señoras y señores, este es el país de aullidos, este es el país de niños en llamas, este es el país que ayer apenas existía y ahora no se sabe en dónde quedó”.
Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
“Con capucha y sin capucha, estudiantes a la lucha”, así consignaban y allí en la plaza Lerdo, los normalistas se deslindaron de un comunicado que circuló en algunos medios de comunicación que emitió el movimiento Movernos, que condenaba las acciones de los estudiantes de Humanidades.
Antonio Quintana, secretario del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, precisó que los estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen están unidos con los estudiantes de la UV y juntos de manera pacífica seguirán en la lucha por la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
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Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
En una manta se leía “Esto es el país de las fosas, señoras y señores, este es el país de aullidos, este es el país de niños en llamas, este es el país que ayer apenas existía y ahora no se sabe en dónde quedó”.
Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
“Con capucha y sin capucha, estudiantes a la lucha”, así consignaban y allí en la plaza Lerdo, los normalistas se deslindaron de un comunicado que circuló en algunos medios de comunicación que emitió el movimiento Movernos, que condenaba las acciones de los estudiantes de Humanidades.
Antonio Quintana, secretario del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, precisó que los estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen están unidos con los estudiantes de la UV y juntos de manera pacífica seguirán en la lucha por la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
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Con infiltrados quieren acabar con la lucha estudiantil. Los cientos que marcharon habían llegado frente a palacio de gobierno, donde se runieron con los normalistas de la Escuela Enrique C. Rébsamen; los estudiantes y maestros se acomodaban en la plaza Lerdo para liberar la calle de Enríquez y no bloquear el tráfico vehicular, los anarcos, los vestidos de negro y encapuchados habían marchado con antorchas como símbolo de lucha, las depositaron en el piso. Las antorchas continuaban con el fuego, mientras que el estudiante que cargaba la garrafa de diesel la puso en el piso para descansar y fue el momento en el que el infiltrado la tomó, mientras que otro agarró una antorcha y prendieron fuego en la puerta principal de palacio de gobierno.
Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
En una manta se leía “Esto es el país de las fosas, señoras y señores, este es el país de aullidos, este es el país de niños en llamas, este es el país que ayer apenas existía y ahora no se sabe en dónde quedó”.
Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
“Con capucha y sin capucha, estudiantes a la lucha”, así consignaban y allí en la plaza Lerdo, los normalistas se deslindaron de un comunicado que circuló en algunos medios de comunicación que emitió el movimiento Movernos, que condenaba las acciones de los estudiantes de Humanidades.
Antonio Quintana, secretario del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, precisó que los estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen están unidos con los estudiantes de la UV y juntos de manera pacífica seguirán en la lucha por la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
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Con infiltrados quieren acabar con la lucha estudiantil. Los cientos que marcharon habían llegado frente a palacio de gobierno, donde se runieron con los normalistas de la Escuela Enrique C. Rébsamen; los estudiantes y maestros se acomodaban en la plaza Lerdo para liberar la calle de Enríquez y no bloquear el tráfico vehicular, los anarcos, los vestidos de negro y encapuchados habían marchado con antorchas como símbolo de lucha, las depositaron en el piso. Las antorchas continuaban con el fuego, mientras que el estudiante que cargaba la garrafa de diesel la puso en el piso para descansar y fue el momento en el que el infiltrado la tomó, mientras que otro agarró una antorcha y prendieron fuego en la puerta principal de palacio de gobierno.
Los propios anarcos gritaban “violencia no”, y el resto de los manifestantes también, “violencia no”, otros más “esto no es violencia, es resistencia”. A través del micrófono, un orador pedía calma, gritaba “aquí hay niños”, pues los estudiantes de la prepa Juárez también se habían sumado a la marcha.
Ante el incidente los policías apagaron el fuego con extinguidores, una nube de humo se expandió en palacio de gobierno, mientras informadores políticos marcaban a sus jefes para darles a conocer el hecho y otros más esperando instrucciones de sus mandos.
Mientras la marcha que partió desde zona universitaria exigía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. A diferencia de las otras marchas, ahora los estudiantes de la Universidad Veracruzana estuvieron acompañados de algunos maestros y de investigadores (Instituto de Investigaciones Educativas, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), quienes se sumaron a la exigencia para que aparezcan los estudiantes de Ayotzinapa.
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Y en el caminar de los estudiantes de la Facultad de Letras, Pedagogía, Ciencias Administrativas y Sociales, Agronomía, Derecho, Sociología, Antropología, Ingeniería, Biología, Idiomas, Filosofía, rechazaban también los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “no queremos juegos, queremos justicia”.
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