* Los vacacionistas pueden visitar la Cueva del Diablo, ubicada a los pies de las colinas volcánicas, un sitio espectacular
San Andrés Tuxtla, Ver.- Con una longitud de mil 600 metros y casi un kilómetro de profundidad, la Laguna Encantada, ubicada a 2 kilómetros de San Andrés Tuxtla, hechiza con su misticismo a todos los turistas que pueden admirar el inexplicable cambio en el nivel del agua en las diversas temporadas del año.
Además pueden visitar la Cueva del Diablo, que es utilizada por los brujos de la zona, y disfrutar el entorno, pues el 80 por ciento de la vegetación a su alrededor tiene propiedades medicinales. Ubicada a los pies de las colinas volcánicas, esta laguna ofrece una vista espectacular, pues semeja un espejo que muestra los colores cambiantes del cielo y de los altos árboles que la rodean.
Lo interesante de este cuerpo de agua son las historias que los pobladores de la zona cuentan y que pueden confirmar, pues cuando se presenta la temporada de lluvias, su nivel suele bajar inmediatamente y cuando son meses de sequía, incrementa. También dicen que una princesa prehispánica se sacrificó en sus aguas para asegurar que a su pueblo nunca le faltara el agua y por eso fue nombrada Laguna Encantada.
La directora de la estancia rural Yambigapan, que se encuentra dentro del Corredor Turístico de los Tuxtlas y que significa Sobre el Agua Nueva, Nidia Hernández Medel, comentó que además del cambio en el nivel del agua, se cree que existe una ciudad sumergida bajo la laguna, con árboles frondosos e incluso que los ovnis se introducen en ella por las noches.
Al visitar la Cueva del Diablo, en lo alto y escarpado de la Laguna Encantada, los visitantes muestran gran interés, al saber que en dicho lugar los brujos de la zona realizaban su magia negra e incluso ingresaban para pedir permiso al mismo Satanás para tener fuertes poderes.
“Cuentan que la gente de San Andrés ya estaba cansada de tanto mal en su ciudad, entonces empezaron a corretear al diablo, éste al huir pasó por la laguna y vio la cueva, ahí decidió subir, esconderse, y se quedó atrapado, por eso los que quieren iniciarse en la magia negra vienen a consultarlo”.
Alrededor de una franja de selva, narra la encargada del lugar, los chaneques abundan, pero sólo hacen travesuras, como niños, esto, aclaró, es llamativo para todos los aventureros y buscadores de nuevas historias y leyendas.
En la laguna los turistas pueden disfrutar del agua cálida y tomar ricos baños en compañía de sus familias, además en este sitio se realizan diversas actividades en pequeñas balsas, a fin de que los vacacionistas puedan pasar momentos de diversión.
“Es importante crear actividades y explotar la magia de la laguna, hay propuestas para ofrecer más atractivos a los visitantes, quienes vienen por el misticismo y además se divierten. Éste es un punto turístico importante, porque está cercano a la ciudad y también llegan muchos extranjeros”.
Entre los árboles que con intensos colores verdes agradan la vista de los turistas se encuentran el chinini, jonote, lagartillo, higuerilla, amate, chancarro, palo mulato, raíz de piedra y hoja de tepozán, que también ayudan a muchas personas a combatir enfermedades del corazón, del páncreas, de la piel, el riñón y la diabetes, entre otras. Además, en este lugar se pueden pescar mojarras y topotes amarillos.
Arroyo Seco
La Laguna Encantada en los años treinta tuvo una fractura, dando paso a un fuerte caudal, el Arroyo Seco, el cual inundó comunidades y afectó cosechas, por lo que habitantes de esta zona decidieron taparlo, sin embargo la tierra se reblandeció y volvió a abrir el paso de este flujo de agua.
Nidia Hernández recordó que por tantos intentos de taparlo, este río se secó, pero la Laguna Encantada continuó abriéndose paso para conectarse con los ríos Sihuapan y Comoapan, que van a dar al Salto de Eyipantla.
“La Laguna Encantada se fractura y se forma un caudal fuerte, la gente como tenía ganado, siembra y demás, tapó la fractura para que no siguiera saliendo el agua y desapareciera, sin embargo al cabo de unos meses se reblandece la tierra y se vuelve a abrir, pero en ese lapso se seca, por ello su nombre”.
El Arroyo Seco es apto para ser visitado por las familias que quieran disfrutar del agua fresca; a pesar de sus tonos oscuros por la piedra volcánica, los turistas llegan para disfrutar de este caudal que además de no ser peligroso cuenta con una pequeña cascada.
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